Y si resulta que veo una carita de rosa que ilumina al mismo sol, y unos ojos tan relindos, y unas risas rechulonas, y una voz tan cantarina que repica y que repica como un gran despertador... resulta que ya es de día, resulta que amaneció, se durmieron las farolas y despertó el mismo sol.
A Elsa, la despertadora de las amanecidas
ResponderEliminarY si resulta que veo
una carita de rosa
que ilumina al mismo sol,
y unos ojos tan relindos,
y unas risas rechulonas,
y una voz tan cantarina
que repica y que repica
como un gran despertador...
resulta que ya es de día,
resulta que amaneció,
se durmieron las farolas
y despertó el mismo sol.