En el monte caminaba
un caballero risueño
cuando de repente vió
un precioso ciervo.
Allí en lo alto
le intentó disparar
pero su flecha en el monte
lo traicionó al tirar.
Y entonces el caballero
siguió caminando
entre los montes de olivos
y las colinas del llanto.
Al llegar al fin la noche
el caballero se durmió
hasta el dia cuando
su caballo lo despertó.
Y allí el caballero
se halla en el monte
caminando por el dia
viajando en la noche.
Elsa Álvarez